martes, 27 de noviembre de 2012
PARADOR ARISTON
Hoy en día en Peligro de Extinción
El Parador Ariston data del año 1947 y es obra del arquitecto húngaro Marcel Lajos Breuer, uno de los exponentes de la Bauhaus, en conjunto con dos profesionales argentinos. La estructura resiste al vandalismo mientras se procura el reconocimiento de su valor como patrimonio arquitectónico y cultural.
Aún en ruinas conserva la esencia que distingue una simple construcción de una obra arquitectónica.
La forma de trébol delata la presencia del Parador Ariston, situado en la actual Playa Serena sobre la ruta provincial n° 11, camino a Miramar. La autoría se le atribuye al arquitecto húngaro Marcel Lajos Breuer en colaboración con los arquitectos argentinos Carlos Coire - docente y decano de arquitectura de la UBA y vice decano de la Universidad de Morón - y Eduardo Catalano - autor de la flor de acero Floralis genérica, ubicada en la Plaza de las Naciones Unidas-.
La historia cuenta que Breuer viajó a Buenos Aires convocado por la UBA para dictar un curso de ocho semanas en la facultad de arquitectura y que durante esa temporada recibió la propuesta de realizar el parador en la zona sur de Mar del Plata.
La obra se levantó entre agosto y septiembre del año de 1947, con el propósito de ser un lugar de entretenimiento y reunión social.
Una Estructura Singular
En un lugar despoblado por entonces, el innovador diseño permitía observar el mar y las dunas circundantes. La estructura de hormigón armado se construyó mediante un sistema hiperestático de cuatro pórticos múltiples.
En la losa superior, las piezas horizontales de los pórticos se invirtieron a fin de lograr como cielo raso una superficie continua, que simplificara el interior. Las losas poseen doble armadura a fin de disminuir su sección. Con el mismo propósito las piezas verticales fueron empotradas en sus bases. Dada la cantidad de hierro necesaria para las piezas verticales, se utilizó piedra Mar del Plata partida con medida máxima de tres cuartos de pulgada y manteniéndose la relación 40% de la arena de médano y 60% de polvo de cantera.
En la planta baja, llamada "la caja de vidrio", se hallaba el hall de llegada, el guardarropas y los baños para ambos sexos. En la parte posterior, formando un volumen independiente, se habían ubicado las dependencias de servicio para el maitre, que constaban de cinco habitaciones para mozos, baños, comedor y depósito.
En el primer piso se encontraban el salón, el bar-cocina fría y la pista de baile, revestida con chapas de metal inoxidable sobre un entablonado de madera machimbrada. La superficie que mira al oeste se había protegido con mayores elementos opacos debido a las condiciones climticas. Además, tenía cortinas de colores primarios (rojo, verde y azul) que bordeaban los lóbulos restantes y permitían controlar los efectos del sol.
martes, 20 de noviembre de 2012
RESIDENCIAL MONTANA
Residencial Montana de Santiago del Estero 1308, de Alonso y Gorosabel. Año 1955.
En la actualidad se denomina Chalet María Berenguer de Petersen.
Inmueble declarado Bien Patrimonial según ordenanza 15.728 con antecedentes 202.10075.
Nomenclatura Catastral:
Circunscripción I
Sección B
Manzana 102
Parcela 1
Es de estilo pintorequista de nspiración inglesa. Se desarrolla en dos plantas y un nivel semi enterrado. El volúmen total de la obra es el resultado de la yuxtaposición de pequeños volúmenes adosados. Se utilizaron distintos materiales tanto en su estructura como en los revestimientos de ladrillos, los revoques, las piedras, arcos rebajados y contra fuertes. La cubierta son de tejas tipo francesas.
Construido en el año 1927. Por Alejandro Andriotti - Romanín.
Proyecto de Roberto Soto Acebal.
lunes, 19 de noviembre de 2012
LA CASA DEL PUENTE
Casa Del Puente
Características del Barrio
Barrio residencial caracterizado por
presentar un trazado diferente al resto del tejido urbano y por la presencia de
grandes parques y jardines intensamente arbolados.
Asentamiento de población estable marplatense,
se encuentran en el mismo sector los edificios de la Universidad de Mar del
Plata y el colegio secundario Arturo Illia, lo que genera un ritmo circulatorio
muy especial en el barrio, durante el período de actividad universitaria y
escolar.
Ubicación
- Calle:
Matheu – Saavedra / Funes – Guido
- Propietario
Original: Amancio Williams
- Propietario
Actual: Héctor Lagos Beitia
- Denominación
Original: Casa sobre el arroyo
- Denominación
Actual: Casa del puente
- Proyecto:
Arquitecto Amancio Williams
- Año
de Construcción: 1943/45
- Constructor:
Amancio Williams
Fue declarado de interés patrimonio
municipal en el año 1993 según ordenanza 8941.
Fue declarada Monumento Histórico
Artístico Nacional por decreto Nº 262/97 del 20 de marzo de 1997 formando
parte, entonces, del patrimonio cultural de la Nación. La declaración comprende
la casa, el pabellón de servicio y el terreno de dos manzanas.
Datos
Catastrales
- Circunscripción:
VI
- Sección:
C
- Manzana:
266
- Fracción:
12
- Nº
de cuenta municipal 22592/9
- Tipología:
Perímetro Libre
- Distrito:
R7
- F.O.S.
s/C.O.T. 0,6
- F.O.T.
s/C.O.T. 0,6
- Densidad
0,015 hab./m2
Mensura
- Terreno:
2 Hectáreas
- Superficie
Construido: 300 m2
- Alturas:
3,45 m
- Uso
Original: Residencial
- Uso
Actual: Sin Uso
- Uso
Planteado en nuestro proyecto: Cultural
y Gastronómico
Antecedentes patrimoniales:
- Predio original: Chacra 266: Peña, Dorrego, Matheu,
Patagones (hoy San Juan)
- Propietarios anteriores: sucesiones de: Pereyra Iraola,
Tomás de Anchorena, Ing. Emilio Mitre, Dumas, Williams, Lagos Beitia.
- Casa realizada para Alberto Williams,
Músico, Buenos Aires, 1862-1952. Teórico, pedagogo y
compositor. Uno de los iniciadores del Movimiento Americanista Cultural.
Arreglador musical del Himno Nacional Argentino que se entona actualmente
- Diseñador: Amancio Williams, Arquitecto, Buenos Aires,
1913-1989. Docente, inventor, diseñador, planificador, artista plástico,
filósofo, Iniciador del Movimiento Moderno -arquitectónico- en la
Argentina, único contacto de Le Corbusier en América, Doctor Honoris
Causa (UBA)
Declaratorias y aportes:
1993. Ordenanza 8941. Interés patrimonial, cultural
y natural, Municipalidad de Gral. Pueyrredón
1995. Ordenanza de Preservación 10075, Municipalidad de
Gral. Pueyrredón
1997. Monumento Histórico y Artístico Nacional, Comisión
Nacional de Monumentos, Sitios y Lugares Históricos
1997. Consulta ante Patrimonio Mundial UNESCO para ser
incorporada en la Lista indicativa, denegada.
2004. Único bien patrimonial privado que cuenta con una
partida de $ 70.000.- para su recuperación por parte Dirección de Patrimonio de
la Provincia de Buenos Aires
2004. Partida de $160.000.- Municipio de Gral. Pueyrredón
Planos
Planta de la casa del Puente
Corte
Fachada
Datos
Históricos

La obra fue realizada por el
arquitecto Amancio Williams entre los años 1943 y 1945 para su padre, Don
Alberto Williams, músico argentino dotado de talento y sensibilidad. Propicios
para la aceptación de un edificio totalmente inusual para la época como fue
esta casa.
La característica principal de la obra
de Williams es el esfuerzo de encontrar una expresión auténtica de la época que
le toco vivir, para obtener una buena relación entre los descubrimientos
científicos del momento y su correcta aplicación a la sociedad. La casa del
puente de Mar del Plata fue publicada por medios nacionales e internacionales y
es considerada especialmente en publicaciones especializadas (arquitectura)
como ejemplo paradigmático del movimiento moderno.

Los interiores se resuelven en madera,
con algún muro para contener las zonas húmedas. El conjunto es austero y
sencillo calculado y optimizado al detalle sin fallas.
Está situada en un barrio parque con características
residenciales, implantada sobre un terreno de dos manzanas, concebido como un
gran parque cuidadosamente diseñado por el autor. La casa del puente se ubica
sobre un accidente natural, la hondonada del arroyo Las Chacras, uniendo las
partes en que este divide al terreno. El arquitecto obtuvo magnífico provecho
del medio ambiente en el que se ubica la casa, una idea generadora poética.
Este conjunto armónico, de gran belleza, con cualidades arquitectónicas,
tecnológicas y ambientales, demuestran claramente los valores patrimoniales de
la obra.

En 1991, cuando fallece Héctor Lagos Beitía, la casa entra en sucesión y sin uso específico comienza progresivamente su deterioro. A consecuencia de ello, hacia mediados de la década del ´90, diferentes actores sociales inician el proceso de recuperación de esta obra. En el año 1993 la Municipalidad de General Pueyrredón la declara de Interés Patrimonial, Cultural y Natural a través de la Ordenanza Nº 8941 / 93 y es incorporada dos años después al Código de Preservación Patrimonial en la Ordenanza Nº 10075 / 95, que tiene como función identificar y tutelar los bienes considerados patrimoniales.
En el año 1997 el Poder Ejecutivo
Nacional la declara por decreto Nº 262/97 Monumento Histórico Artístico
Nacional (conjunto integrado por el edificio principal, un pabellón de servicio
y el parque de dos manzanas), a partir de la presentación que hiciera la
Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos, bajo el
expediente Nº 9619/89 del registro de la Secretaría de Cultura, del entonces
Ministerio de Educación.
Al producirse el retiro del personal de seguridad que poseía la casa, el estado de abandono se acentúa y los actos de vandalismo son más frecuentes. Este proceso comenzó con el robo de los artefactos de iluminación –diseñados exclusivamente para la vivienda-, continuando con la ocupación por delincuentes, adictos y vagabundos; que tomaron la casa como lugar de refugio.
Los últimos mobiliarios fijos y el
piano original, fueron serruchados y pintados con inscripciones (al igual que
las paredes interiores y exteriores), o utilizados para realizar fogatas.
Debido a ello, y por iniciativa de la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Diseño de Mar del Plata (Ordenanza del Consejo Académico Nº 0368 / 03), en octubre del 2003 se solicita a los Decanos de las Facultades de Arquitectura que integran la Asociación de Escuelas y Facultades de Arquitectura (ARQUISUR / MERCOSUR), realizar una Proclama por la Recuperación de la Casa del Puente.
A partir de esta iniciativa se retoma como tema de discusión la salvaguarda del bien; pero mientras la Facultad de Arquitectura, el Colegio de Arquitectos y la Municipalidad comienzan a establecer lazos de unión para tomar medidas para su recuperación, inesperadamente, en septiembre del 2004 el fuego agravó el deterioro del edificio.

El fuego fue el punto culmine de un
proceso que comenzó años atrás, consecuencia de los actos vandálicos y la
destrucción intencional de quienes sin importarles el patrimonio, fueron
destrozando día a día la casa. Pues así fueron pasando los años y lo único que
no pudieron robarse, ni destruir, ni quemar, fue la estructura que noblemente
queda en pie.
Todas las iniciativas, convenios y
partidas de fondos para recuperarla chocaron contra la voluntad expresa de un
propietario de este bien en sucesión, de contar con una manzana y media de
tierra para lotear libre de este molesto accidente de la obra de Amancio
Williams.
Amancio
Williams

El movimiento moderno fue
un ideal, quizá irrealizable. Despuntaba el siglo XX con la promesa de ser el
mejor siglo de la historia. Era la hora de una Modernidad ampliada, enriquecida
por las luces de la razón y la promesa de un progreso tecnológico y científico
ilimitado. Paradojas de la condición humana, de aquel sueño despertamos con los
claroscuros de la vida posmoderna.
El Movimiento Moderno en
la arquitectura fue mucho más que un puñado de formas más o menos puras, de
prismas sin ornamento. La arquitectura moderna es mucho más que principios
funcionales ajustados al concepto de que una casa es una “máquina para vivir”.
El Movimiento Moderno fue el sueño de unos cuantos idealistas que creyeron
encontrar en esas soluciones formales y conceptuales, un abrigo final para el
problema habitacional y en las formas “puras” sin ornamento, un parangón con la
idea de “verdad”. Un puñado de soñadores concibió casas y ciudades nuevas, para
un hombre nuevo. Sueño democrático, sueño poblado de certezas y confianza en un
futuro que no fue.
Amancio Williams fue mucho más que un arquitecto; más cerca del visionario que del constructor, soñó con mundos que no se realizaron. Fue Williams uno de esos personajes que de tanto en tanto regala la historia de los hombres, que pasan desapercibidos a su generación y que adquieren un calibre monumental cuando alguien se acuerda de quiénes fueron. Personaje singular, su tránsito por la arquitectura estuvo, como el de muchos de su generación, poblado de ideales de un progreso racional. Desde que egresó de la Facultad de Arquitectura en 1941, su obra y su estudio estuvieron más cerca de la investigación que de la ejecución, también él conjugó la plástica, la música y la literatura y con el escritor francés, su pasión por la aviación.
Amancio Williams fue mucho más que un arquitecto; más cerca del visionario que del constructor, soñó con mundos que no se realizaron. Fue Williams uno de esos personajes que de tanto en tanto regala la historia de los hombres, que pasan desapercibidos a su generación y que adquieren un calibre monumental cuando alguien se acuerda de quiénes fueron. Personaje singular, su tránsito por la arquitectura estuvo, como el de muchos de su generación, poblado de ideales de un progreso racional. Desde que egresó de la Facultad de Arquitectura en 1941, su obra y su estudio estuvieron más cerca de la investigación que de la ejecución, también él conjugó la plástica, la música y la literatura y con el escritor francés, su pasión por la aviación.
Amancio Williams fue parte
del movimiento que conocemos como “Esencialismo concreto” argentino, que
soñaban con traducir a nuestro país el sueño solidario de la Arquitectura
Moderna. En su caso particular, buscaba la idea de perfección, de voluntad de
dejar atrás una “sociedad decadente” y un “fuerte deseo de encontrar la
verdad”. Como otros racionalistas, quería dejar atrás el pasado historicista y
ampararse en un nuevo concepto de belleza y de hábitat, vestidos con excelencia
tecnológica, integrando el paisaje y el contexto.
Williams creó proyectos
que nunca fueron realizados, como un nuevo aeropuerto para Buenos Aires,
“viviendas en el espacio” o la primera ciudad en la Antártida”. Como todos los
Modernos, quiso rediseñar un mundo a la medida racional y proyectó no solamente
edificios, sino muebles, monumentos y ciudades. Se lo conoce, sin embargo, como
“el arquitecto sin obra”, título más que injusto para alguien que, como otros,
legó sus sueños. Y no es poco
Carta del Sr. Claudio Williams
Carta del Sr. Claudio Williams
DIRECTOR DEL ARCHIVO WILLIAMS
BUENOS AIRES, 3 DE SEPTIEMBRE DE 2.004
El jueves 2 de septiembre, la Casa
sobre el Arroyo, obra de Amancio Williams en Mar del Plata, terminó de ser
prácticamente destruida por un incendio intencional. Concluye así un largo
proceso que se inició en octubre pasado con el abandono de la casa por parte de
su propietario, involucrado en un prologadísimo e interminable juicio sucesorio
que lleva ya once años.
Desgraciadamente, quienes desde la
ciudad de Mar del Plata pudieron y debieron hacer algo para impedir el
acelerado proceso de destrucción que se inició a partir del abandono, no lo
hicieron, ya sea porque no supieron o porque no quisieron. Desde las
autoridades locales, encabezadas por el arquitecto Daniel Katz hasta la misma
comunidad, y especialmente, la comunidad arquitectónica, nada hicieron. El
argumento para no hacer nada fue el mismo de siempre. “No se puede”. “Estamos
esperando poder concretar un comodato con la administración del juicio y
mientras tanto no podemos hacer nada”. Pero para disponer una vigilancia no
hacía falta tener la posesión de la propiedad. Bastaba con uno o dos vigilantes
que impidieran el ingreso de intrusos y delincuentes. El costo de esta
vigilancia a lo largo de estos diez meses de destrucción cotidiana y
sistemática hubiera sido sin duda, muchísimo menor que el altísimo costo que
tendrá la reconstrucción. Más imperdonable es esta actitud si se tiene en
cuenta que la Municipalidad disponía de $ 160.000 en el presupuesto de este año, para
ser afectados a la casa. Haber gastado una cuarta parte de ese dinero en la vigilancia,
hubiera evitado indudablemente esta horrorosa destrucción, además de evitar el
gasto de los varios millones de pesos que costará la reconstrucción. Pero a
veces parece que nuestros gobernantes están incapacitados para razonar de esta
manera. Y que solamente son capaces de explicar porqué las cosas suceden como
suceden – casi siempre mal – y no son capaces de hacer que las cosas sucedan
como deberían suceder. De nada servirán ahora las explicaciones del intendente
y sus colaboradores. La destrucción ya sucedió.
Esta casa fue proyectada y construida
por el arquitecto argentino Amancio Williams – 1913-1989 – entre los años 1943
y 1945, para su padre, el compositor Alberto Williams. Es considerada hoy como
una de las obras paradigmáticas de la arquitectura moderna. Es seguramente, la
única obra de arquitectura argentina que figura en casi todos los libros de
historia de la arquitectura moderna en el mundo. Es quizás también la única
obra de arquitectura argentina que se estudia en casi todas las universidades
del mundo.
Ha sido publicada en innumerable cantidad de libros y revistas especializadas, tanto nacionales como extranjeras. Cientos, sin exagerar. Dio lugar a elogiosos comentarios de grandes personalidades de la arquitectura y del arte del siglo pasado, como Le Corbusier, Max Bill, André Bloc, Kenneth Frampton, Georges Candilis y tantos otros.
Ha sido publicada en innumerable cantidad de libros y revistas especializadas, tanto nacionales como extranjeras. Cientos, sin exagerar. Dio lugar a elogiosos comentarios de grandes personalidades de la arquitectura y del arte del siglo pasado, como Le Corbusier, Max Bill, André Bloc, Kenneth Frampton, Georges Candilis y tantos otros.
Pocos años atrás, un prestigioso jurado convocado por la revista japonesa de arquitectura A+U, una de las de mayor circulación en el mundo en la materia, la seleccionó junto a otras 32 casas, como una de las mejores 33 casas del siglo XX y la incluyó en una publicación extraordinaria, junto a conocidas obras de grandes arquitectos como Le Corbusier, Walter Gropius, Eliel Saarinen, Mies van der Rohe, Frank Lloyd Wright, Adolf Loos, Alvar Aalto, Marcel Breuer, Richard Neutra y otros. En esta selección, sólo la acompaña otra obra latinoamericana, la casa Curutchet en La Plata, de Le Corbusier, casa en la cual, curiosamente, Amancio Williams tuvo una importante y valiosa intervención, no siempre debidamente reconocida.
Fue declarada Monumento Histórico Artístico Nacional por decreto Nº 262/97 del 20 de marzo de 1997 formando parte, entonces, del patrimonio cultural de la Nación. La declaración comprende la casa, el pabellón de servicio y el terreno de dos manzanas.
Ya en octubre de 2003 el Archivo Williams solicitó la intervención y colaboración de la Secretaría de Cultura de la Nación, a través de su Secretaría de Patrimonio, como organismo responsable de la gestión relativa a los Monumentos Históricos Nacionales para prevenir la destrucción de este bien cultural que es de todos los argentinos y alcanzar un proyecto sustentable para su conservación y mantenimiento. Nadie reaccionó en la secretaría de Cultura, ni su titular Torcuato Di Tella ni Américo Castilla que fue quien recibió la presentación del Archivo. Por entonces, la casa todavía estaba en condiciones medianamente aceptables.
Pero uno o dos meses atrás, el estado de la casa no podía ser calificado de otra forma que deplorable y lamentable. No solamente como consecuencia de la falta de mantenimiento y de cuidado, sino también como producto de actos delictivos y de vandalismo. Habían desaparecido todos los artefactos de iluminación, los radiadores, los artefactos sanitarios y los accesorios, casi todos ellos diseñados y producidos especialmente por Williams. Ya no había vidrios en la casa, las ventanas y las carpinterías de madera habían sido literalmente arrancadas. La habían pintarrajeado por todas partes. La casa se había convertido en refugio y aguantadero de mal vivientes, drogadictos y delincuentes de todo tipo, todo ello a ojos vistas de los vecinos, de la policía y de las autoridades locales.
Con este incendio intencional, ya nada quedó de lo poco que aún quedaba en pie. Sólo se conserva la estructura de hormigón armado. Nada más.
Lamentable destino el de esta casa. Lamentable la imagen de nuestro país en el mundo. Un país donde los más aberrantes y perversos delitos quedan impunes. Un país que no honra sus deudas. Un país que desprecia como pocos lo mejor de su patrimonio.
Un país regido por una casta política absolutamente incapaz de apreciar y valorar la creatividad de sus grandes artistas. Un país que ha dejado escapar lo mejor de sus colecciones artísticas, de sus colecciones arqueológicas, de sus bibliotecas. Un país que pierde sin inmutarse lo mejor de su patrimonio. Esta es la Argentina que produce la casta política, sea del signo que sea. Esta es la Argentina que los demás, la silenciosa mayoría, debemos reencauzar de alguna manera. Pero para eso hace falta que deje de ser silenciosa. Hay que empezar por decir las cosas como son.
Entonces, para decir las cosas como son, esta casa se ha perdido por el abandono de su propietario y por la desidia, el desprecio y la incapacidad de quienes gobiernan la ciudad de Mar del Plata, y el desinterés de los responsables de la Secretaría de Cultura de la Nación, que sólo son capaces de declarar monumentos históricos rimbombantemente, sin que ello tenga ninguna consecuencia.
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